Este proyecto se realizó con la idea de aprovechar los empaques plásticos de comestibles y las botellas no retornables de bebidas, las cuales generan un impacto negativo al medio ambiente al ser arrojadas a las calles y las quebradas. A partir de esto se elaboraron ladrillos ecológicos con los cuales se construyeron materas en donde se han venido sembrando diferentes plantas, con el fin de convertir el vivero en un aula verde. Además, con las tapas de esas botellas se realizaron murales decorativos para armonizar el espacio.